sábado, septiembre 23, 2006

Fotos

Plaza de Puerto Natales en invierno

Puerto Natales visto desde el transbordador

Casas

Vista Panorámica de la ciudad de Puerto Natales

Una pequeña parte de Ultima Esperanza

La Silla del Diablo

En la provincia de Última Esperanza, en un lugar rocoso, semejante a una gigantesca silla, se posaba un enorme animal, con grandes colmillos y feroces garras. Aterrorizaba a todos los habitantes, que en ese momento eran aborígenes y a cada grito de la abominable bestia, maldecían al demonio, que salía de las profundidades de la tierra y se sentaba en su trono terreno.

Este lugar, comúnmente llamado “La Silla del Diablo”, aún existe y por lo que se cuenta hoy, en las noches de luna llena, todavía se oyen aullidos del espíritu de Satanás, ahuyentando a todos los que se atrevan a invocar el nombre del diablo, que para muchos, es muy parecido a lo que hoy conocemos como el Milodón.

Este lugar queda a 24 kms de Puero Natales mi ciudad de origen. Aqui hay una foto de esta "silla" vista desde atras. Vista de frente en verdad parece un trono de piedra.

Tiene como 30 metros de altura. Y la leyenda anterior creo que se origina hace muchisimo tiempo atras. Ya que hace aproximadamente 12.000 años atras habitaban en la Cueva del Milodon unos indios, que fueron los ancestros de los Tehuelches o Aonikenk como se autodemominaban. Fueron estos "Paleoindios", como los llama un famoso historiador regional, don Mateo Martinic; quienes seguramente asociaron el aspecto del milodon con el de algun demonio.

Los colonos, en su llegada aproximadamnete en el año 1879, continuaron con esta creencia, eso si, sin la precencia del milodon, por lo tanto, no era precisamente el Milodon, el que hizo que naciera este mito, sino tal vez el mismisimo diablo, que aun segun la gente, se aparece en la Silla que lleva su nombre, en la Noche de San Juan.

martes, septiembre 12, 2006

La Luz Mala

Cuentan los puesteros de una localidad cercana a Villa Tehuelches que han visto al diablo en persona, portando una extraña lámpara, por sectores de Morro Chico.Se comenta incluso que un joven del sector quedó perturbado mentalmente tras ver a la luz mala, como llaman a esa lámpara del demonio.
Este es el relato de un anciano que fue testigo de la luz: “Un día de invierno quedé de juntarme con otro veterano. Yo iba caminando cuando una luz me empezó a seguir. Yo dije, Teodoro, no hagas bromas, creyendo que eran cosas del otro anciano. Repetí varias veces lo mismo, y por culpa de la luz me caí en un pozo que parecía no tener fin, hasta que llegué al fondo. Se parecía a una cueva y comenzaron a aparecer espíritus, almas, muertos y otras figuras tétricas”.
Un día un joven ovejero trató de seguir a la luz y esto fue lo que le sucedió: “Esta maldita luz tiene que aparecer -dijo-, o de lo contrario me mato”. Entonces una luminosidad rompió la oscuridad circundante. El joven ovejero inició una lucha con esa luz, hasta caer rendido. Dice la gente de campo que tras su muerte el joven se convirtió en árbol, y advierte con un movimiento de sus ramas cuando la luz mala va a aparecer.
Debo agregar que los ovejeros dicen que cuando uno viaje por el campo de noche en caso de que se aparezca esta luz, no hay que mirarla, ya que uno se embeleza por esta y se pierde en la inmensidad de la noche y los bosquez magallanicos.

Los Kaweshkhar

Estos nómades marinos, también llamados Alakalufes, hicieron de los mares, canales, fiordos y bahías australes, su medio de vida. La etnia Káweshkar habitó la vertiente occidental de la cordillera de los Andes y se extendió desde el golfo de Penas por el norte, hasta la península de Brecknock (al suroeste de Tierra del Fuego), por el sur. De lo anterior se desprende que el hecho de haber frecuentado los mares de Otway y Skyring en el distrito de Río Verde, lo convierte en una zona de transición entre los medios de vida de los canales occidentales y de la pampa.

Ellos creian en varios dioses, entre los cuales destacare a Ayayema, Mwono y Kawtcho. Aqui va una pequeña descripción:

MWONO

Este es el espíritu de la cima de las montañas, de los glaciares y del ruido. Es menos dañino que ayayema y Kawtcho, pues su dominio y acción recae sobre los que osan trepar la montaña o aventurarse por los glaciares. Mwono manda las avalanchas, arrastrando grandes peñascos tierra y árboles sembrando la destrucción a su paso.

AYAYEMA Ayayema, espíritu del mal, es muy temido por los qawashkar, dispone de las fuerzas naturales y en especial del viento del noroeste, que vuelca las canoas. El alarga las llamas de la fogata hasta quemar la cabaña; lo mismo, al crepitar, sus brasas queman la piel desnuda. Ayayema mora en los pantanos y cuando el campamento ésta dormido toma posesión de los indígenas. En su avance subterráneo penetra en las cabañas e impone su presencia maléfica en los sueños, causando las enfermedades y las muertes.Tiene olor a pobredumbre. Cuando del suelo de al cabaña empiezan a emanar olores, es signo de al presencia de Ayayema, entonces es preciso mudarse de campamento.

KAWTCHO

Kawtcho, al igual que Ayayema, es espíritu rondador de la noche. Durante el día camina bajo la tierra; en la noche emerge par caminar sobre la playa. Su presencia es percibida por los perros, que arman gran algarabía al sentir su olor a pobredumbre. Los indígenas permanecen en guardia en sus cabañas. Si algún hombre fuera sorprendido caminando por la playa de noche, sentiría la mano ganchuda de este gigante estrechándole la cara y vaciándole los ojos hasta darle muerte.

Ataca por detrás, su fuerza es tan grande que nadie puede escapársele; es invulnerable. En su cabeza ostenta una especie de clavos duros a la manera de cabellos, con un bonete sobre ella; En el pecho, sólido como el fierro lleva dos luces que lo guían en sus correrías por las playas.

En algunas noches de tempestad, los qawashkar, jóvenes o viejos pretenden ver las luces de Kawtcho.

EL DILUVIO

Cuando la Luna se vio vencida por los hombres, recurrió a un ardid para conservar su dominio; desencadenó un terrible nevazón, en la que todos, los hombres y las mujeres, debían perecer.

Reinaba un frío tan espantoso que toda la tierra fue cubierta con una gruesa capa de hielo. Fue esto la causa, al parecer, por la cual Lem ascendió al cielo. Sus vivificantes rayos hicieron derretirse esos hielos, pero sus masas eran tan enormes que se produjo un diluvio. Se presentó éste con tanta rapidez que muchos no alcanzaron a llegar a sus canoas para salvarse. Las aguas crecieron de tal manera que cubrieron toda la tierra. Afortunadamente, hubo cinco cumbres que sobresalieron a esta catástrofe. Es fácil reconocer en esos cerros la playa que formaron las aguas y los troncos en que amarraron las canoas y que ahora están petrificados.

domingo, septiembre 10, 2006

Historia de la Provincia de Última Esperanza

Los primeros hombres que llegaron hasta la zona de Ultima Esperanza corresponden a grupos de cazadores nómadas que se aventuraron, seguramente en busca de comida y abrigo hace mas de 12.000 años atrás, cuando culminaba el reavance glacial en la región patagónica. Estos aborígenes conocían y utilizaban el fuego, se refugiaban en cuevas y aleros rocosos y dominaban la técnica lítica para la confección de herramientas y armas de caza. Eran cazadores-recolectores que dejaron testimonio de su presencia en la provincia a modo de pinturas rupestres, en el área del Parque Nacional Torres del Paine y el Monumento Natural Cueva del Milodón.

Los estudios arqueológicos realizadas en distintas áreas de la Provincia y de la Región, indican que hubo una interrupción de las ocupaciones humanas hacia el 7.000 a.C. posiblemente por cambios muy bruscos y desfavorables del ambiente.

Posteriormente, y tras la restauración de las condiciones ambientales llegó el establecimiento de dos pueblos claramente definidos en cuanto a su modo vida y características físico culturales.

En el sector continental correspondió al dominio del pueblo Aonikenk o Tehuelche. Gente de gran estatura dedicada a la caza que recorrió prácticamente todos los parajes al Sur del Río Santa Cruz. Frecuentando especialmente las zonas aledañas a Torres del Paine, sobretodo después que se establecieran los caballos salvajes. Utilizaban la piedra como materia prima para la confección de armas y herramientas. Se vestían con pieles de guanaco y vivían en toldos confeccionados con varas de madera y cueros de animales. Utilizaban diestramente el caballo y su cultura terminó por perderse debido a la influencia e intervención colonizadora, que poco a poco modificó las costumbres y modo de vida Tehuelche.

En el sector de los canales australes se desarrollo una cultura de canoeros nómades denominados Khaweshqar, los cuales recorrían en sus embarcaciones, fabricadas con cortezas de árboles, todos los fiordos y canales en busca de alimentación. Confeccionaban arpones de huesos de ballena con los que cazaban animales que les permitían utilizar su carne, grasa, huesos y pieles, para la confección de los diversos elementos y utensilios necesarios para sobrevivir. Actualmente existen algunos grupos de representantes genuinos y descendientes de esta etnia, de los cuales algunos viven en Puerto Natales y otros en la localidad de Puerto Edén.

La primera expedición colonizadora que visitó esta zona fue aquella integrada por el Español Juan de Ladrillero en el año 1557, quien fue enviado por el Gobernador de Chile de la época en busca del Estrecho de Magallanes. Se presume que Ladrilleros bautizó con el nombre de Ultima Esperanza el fiordo donde actualmente se ubica la ciudad de Puerto Natales, ya que esta era su “ultima esperanza” de encontrar el Estrecho.

Entre los años 1557 y 1830 no existen registros históricos de visitas realizadas a la zona, lo que constituye un vacío en la historia de la Provincia. Durante los años que van desde 1830 a 1900 se realizan una serie de exploraciones de carácter científico y militar con el objetivo de obtener información acerca de esta zona del territorio.

A partir de 1895 comienza el establecimiento colonizador de la ganadería a través de la entrega de tierras en concesión por parte del Gobierno Chileno. El marino mercante alemán Don Herman Eberhard, fue el primero en solicitar una concesión al Gobernador de Magallanes, Don Manuel Señoret. Importante fue su papel en la Historia de la Provincia, ya que en una ocasión, un grupo de policías argentinos había ido a reclamar que el territorio donde Eberhard tenía su estancia pertenecía a Argentina y que la bandera chilena debía dejar de flamear. Eberhard y sus hombres en una primera fase a colonizadores extranjeros en su mayoría; y en una segunda fase a través del remate de las tierras a un consorcio Inglés denominado Sociedad Explotadora Tierra del Fuego.

A principios de siglo nace la ciudad de Puerto Natales debido a la necesidad de crear un asentamiento de servicios y abastecimientos necesarios para el desarrollo de las actividades ganaderas.- En 1911 se crea oficialmente la ciudad de Puerto Natales. Así al pasar de los años la ciudad de Natales va creciendo gracias al establecimiento de migrantes llegados en su mayoría de la zona de Chiloé (X Región), y cuyo motivo de llagada lo constituye la posibilidad de trabajar en las faenas ganaderas. A este motivo se agrega después en el año 1945, el establecimiento de un mineral de carbón en a localidad argentina de Río Turbio, lo que crea una fuente de empleos importante.

Actualmente en la zona de Ultima Esperanza se continúan desarrollando actividades ganaderas, aunque los minerales de carbón se encuentran prácticamente cerrados en argentina, el turismo, la pesca industrial y artesanal han venido a perfilar el futuro de la zona imprimiéndole un nuevo horizonte.