martes, septiembre 12, 2006

Los Kaweshkhar

Estos nómades marinos, también llamados Alakalufes, hicieron de los mares, canales, fiordos y bahías australes, su medio de vida. La etnia Káweshkar habitó la vertiente occidental de la cordillera de los Andes y se extendió desde el golfo de Penas por el norte, hasta la península de Brecknock (al suroeste de Tierra del Fuego), por el sur. De lo anterior se desprende que el hecho de haber frecuentado los mares de Otway y Skyring en el distrito de Río Verde, lo convierte en una zona de transición entre los medios de vida de los canales occidentales y de la pampa.

Ellos creian en varios dioses, entre los cuales destacare a Ayayema, Mwono y Kawtcho. Aqui va una pequeña descripción:

MWONO

Este es el espíritu de la cima de las montañas, de los glaciares y del ruido. Es menos dañino que ayayema y Kawtcho, pues su dominio y acción recae sobre los que osan trepar la montaña o aventurarse por los glaciares. Mwono manda las avalanchas, arrastrando grandes peñascos tierra y árboles sembrando la destrucción a su paso.

AYAYEMA Ayayema, espíritu del mal, es muy temido por los qawashkar, dispone de las fuerzas naturales y en especial del viento del noroeste, que vuelca las canoas. El alarga las llamas de la fogata hasta quemar la cabaña; lo mismo, al crepitar, sus brasas queman la piel desnuda. Ayayema mora en los pantanos y cuando el campamento ésta dormido toma posesión de los indígenas. En su avance subterráneo penetra en las cabañas e impone su presencia maléfica en los sueños, causando las enfermedades y las muertes.Tiene olor a pobredumbre. Cuando del suelo de al cabaña empiezan a emanar olores, es signo de al presencia de Ayayema, entonces es preciso mudarse de campamento.

KAWTCHO

Kawtcho, al igual que Ayayema, es espíritu rondador de la noche. Durante el día camina bajo la tierra; en la noche emerge par caminar sobre la playa. Su presencia es percibida por los perros, que arman gran algarabía al sentir su olor a pobredumbre. Los indígenas permanecen en guardia en sus cabañas. Si algún hombre fuera sorprendido caminando por la playa de noche, sentiría la mano ganchuda de este gigante estrechándole la cara y vaciándole los ojos hasta darle muerte.

Ataca por detrás, su fuerza es tan grande que nadie puede escapársele; es invulnerable. En su cabeza ostenta una especie de clavos duros a la manera de cabellos, con un bonete sobre ella; En el pecho, sólido como el fierro lleva dos luces que lo guían en sus correrías por las playas.

En algunas noches de tempestad, los qawashkar, jóvenes o viejos pretenden ver las luces de Kawtcho.

EL DILUVIO

Cuando la Luna se vio vencida por los hombres, recurrió a un ardid para conservar su dominio; desencadenó un terrible nevazón, en la que todos, los hombres y las mujeres, debían perecer.

Reinaba un frío tan espantoso que toda la tierra fue cubierta con una gruesa capa de hielo. Fue esto la causa, al parecer, por la cual Lem ascendió al cielo. Sus vivificantes rayos hicieron derretirse esos hielos, pero sus masas eran tan enormes que se produjo un diluvio. Se presentó éste con tanta rapidez que muchos no alcanzaron a llegar a sus canoas para salvarse. Las aguas crecieron de tal manera que cubrieron toda la tierra. Afortunadamente, hubo cinco cumbres que sobresalieron a esta catástrofe. Es fácil reconocer en esos cerros la playa que formaron las aguas y los troncos en que amarraron las canoas y que ahora están petrificados.

No hay comentarios.: